La invitación que se quiso lograr con esta campaña, no fue una invitación a tomar un taller de crecimiento personal en específico, fue la invitación a cambiar la percepción que tenía la comunidad del Colegio respecto a estos talleres.
De esta forma por medio de personajes ilustrados creados a partir de los estereotipos que hoy en día todos reconocemos e identificamos dentro de la sociedad (el cool, la estirada, el tímido, el serio y el ñoño) logramos comunicar de manera más amigable la participación a todo un ciclo de talleres, usando situaciones cotidianas que ninguno encontraría ajeno a su diario vivir, obteniendo así una respuesta muy positiva de participación y logrando también el reconocimiento e identificación con los personajes creados.